Cada año una de cada cuatro personas mayores de 65 años cae.
Eso significa que millones de adultos mayores se caen cada año, y 1 de cada 5 de esas caídas provoca lesiones graves, como fracturas de huesos o lesiones en la cabeza. Menos de la mitad de las personas que se caen se lo dicen a su médico, tal vez por vergüenza o tal vez porque asumen que las caídas son parte del proceso de envejecimiento. Pero las caídas no son inevitables y, con la ayuda de su médico y fisioterapeuta, sus posibilidades de caerse pueden reducirse significativamente.
Las investigaciones han demostrado que muchos factores de riesgo contribuyen a las caídas. Algunos factores de riesgo se pueden cambiar, como debilidad de la parte inferior del cuerpo, dificultades para caminar y mantener el equilibrio, problemas de visión, uso de ciertos medicamentos, dolor de pies o calzado inadecuado y peligros en el hogar como alfombras, cables de extensión y escalones o pisos irregulares.
Un fisioterapeuta puede evaluar su riesgo de caídas. También pueden tener un impacto positivo en muchos factores para reducir el riesgo de caídas a través de intervenciones como ejercicios de fortalecimiento, entrenamiento del equilibrio o enseñarle a usar un dispositivo como un bastón o un andador para mantenerse más estable al caminar. Un fisioterapeuta también puede enseñarle cómo realizar cambios sencillos en la casa que pueden reducir el riesgo de caídas.
Algunos ejemplos sencillos incluirían:
Usar luces nocturnas para mejorar tu visión nocturna
Quitar alfombras, cables de extensión o desorden con el que podría tropezar
Instalar barras de apoyo cerca del inodoro o la bañera
Un PT puede ayudarlo a trabajar con otros profesionales, como su oftalmólogo, si su visión aumenta su riesgo de caídas o con su médico o farmacéutico para revisar sus medicamentos y ver si podrían causarle mareos, debilidad o sueño.
Las caídas son comunes en personas mayores de 65 años, pero eso no las convierte en una parte normal del proceso de envejecimiento. Si se ha caído, su probabilidad de volver a caer se duplica, pero trabajando con su fisioterapeuta y el resto de su equipo de atención médica, puede reducir el riesgo de caídas y mantener su independencia.
