Cuando inicias un nuevo proyecto en el trabajo, es probable que dediques bastante tiempo a establecer y revisar objetivos. Estos objetivos le ayudarán a usted (y a aquellos con quienes trabajará) a tener una idea clara de lo que desea lograr y a comenzar a trazar un plan de ataque. Además de objetivos específicos, probablemente también le resulte útil establecer algunos hitos clave para garantizar que se mantenga concentrado y evitar que su motivación disminuya.
Estos mismos principios se aplican cuando se acude a fisioterapia por una lesión.
Comunicar lo que espera obtener de sus sesiones de terapia puede ayudar a su fisioterapeuta a individualizar el plan de tratamiento y diseñar un programa de ejercicios que se alinee con sus objetivos. La idea es pasar de “Estoy aquí porque me duele la rodilla” a “Me gustaría que mi rodilla se sintiera mejor para poder volver a hacer X, Y y Z”.
Hablemos de un ejemplo concreto para ilustrar el establecimiento de objetivos en acción: un padre de tres hijos se rompe el tendón de Aquiles mientras juega un partido de baloncesto después del trabajo. Cuando aterriza en rehabilitación, le explica a su fisioterapeuta que dentro de unos meses acompañará a su hija mayor al altar en su boda. Esto le da al PT un objetivo específico (y un cronograma) al que aspirar. Por supuesto, no todos los pacientes tienen un objetivo vinculado a una ocasión tan trascendental. Puede ser tan simple como llevar la compra al automóvil sin ayuda o sentar a su nieto en una silla alta. De cualquier manera, es importante tener metas y comunicarlas claramente a su fisioterapeuta.
Su fisioterapeuta quiere que mejore, pero sin la orientación adecuada de su parte, es posible que siga una lista de verificación y diseñe un programa que, sin saberlo, no alcance sus objetivos. Sólo usted sabe exactamente lo que quiere del PT: si tiene una lesión en la muñeca y volver a su pasatiempo de tejer es importante para usted, ¡sea específico! Otro paciente podría llegar con la misma lesión pero con objetivos completamente diferentes, así que guíe a su fisioterapeuta para ayudarle a lograr lo más importante.
La comunicación adecuada garantiza el éxito y eso significa que no puede participar pasivamente en su atención y simplemente escuchar lo que recomienda el fisioterapeuta. Más bien, la comunicación debe ser una vía de doble sentido. Entonces, la próxima vez que vaya a fisioterapia, hable: asegúrese de que su fisioterapeuta sepa exactamente por qué programó la cita, qué espera obtener de ella y por qué es importante para usted. Esta información no solo ayuda a su fisioterapeuta a tomar decisiones importantes sobre su atención, sino también a pensar en nuevas formas de mantenerlo motivado durante la terapia.
Si tiene que programar una cita con un fisioterapeuta por una nueva lesión o un dolor persistente, asegúrese de prepararse con anticipación. Estar preparado para responder esta sencilla pregunta puede ayudar a garantizar que la rehabilitación sea un éxito:
¿Qué te trae hoy a la fisioterapia?
Después de todo, no entrarías a una reunión inicial en el trabajo sin antes pensar en los objetivos que planeabas compartir con tu equipo, ¿verdad?
